El exceso en el consumo de granos refinados, base para el pan blanco, puede llevarnos a sufrir enfermedades cardiovasculares.
Este es el resultado de un estudio realizado por la Universidad Simon Fraser, publicado en The British Medical Journal.
Bajo el nombre de Prospective Urban Rural Epidemiology, este estudio analizó el consumo de 21 países. Según éste, el consumo de granos refinados y azúcares añadidos ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Un grano refinado es aquel al que le falta una o más de sus tres partes clave: el salvado, el germen o el endospermo. La harina blanca y el arroz blanco son granos refinados, por ejemplo, ya que se elimina el salvado y el germen de ambos, dejando solo el endospermo.
También están hechos a base de granos refinados la pasta, los cereales para el desayuno, las galletas y los postres.
Mientras que los granos integrales poseen todos los elementos clave nombrados anteriormente. El ejemplo principal está en los panes integrales o las avenas.
Los datos de la investigación acerca de las enfermedades cardiovasculares y los excesos de granos refinados
Consumir más de siete porciones de granos refinados por día se asocia con un 27% más de riesgo de muerte temprana. También está asociado con un 33% más de riesgo de enfermedad cardíaca y un 47% más de riesgo de accidente cerebrovascular.
Sin embargo, no se encontraron efectos adversos significativos con el conjunto de cereales integrales o arroz blanco.
La recomendación principal es consumir arroz integral y cebada, además de disminuir el consumo de pan blanco y otros productos con granos refinados.
“Una dieta saludable incluye limitar los alimentos excesivamente procesados y refinados”. Estas son palabras de Scott Lear, profesor de Ciencias de la Salud y autor principal del estudio.
Para mayor información, puedes consultar el estudio de Lear en el siguiente link.