El brócoli y la coliflor nos pueden parecer muy similares porque ambas son plantas de la familia de las crucíferas, en la que también encontramos a varios tipos de coles, como la col morada o las coles de Bruselas.
Pero no solo son de la misma familia, sino que en realidad son variedades de la misma especie, Brassica oleracea, por eso quizá no deba sorprendernos que estemos acostumbrados a cocinarlos de forma similar: hervidos o al vapor.
Una particularidad común al brócoli y la coliflor, es que hay personas que no les gusta comerlas, no por ser quisquillosas, sino porque genéticamente tienen la capacidad de percibir el propiltiouracilo, un compuesto de sabor amargo, presente en estos vegetales.
Eso no es algo común, así que si ustedes no tienen problema alguno al comerlos, lo más seguro es que no tengan el gen asociado a la percepción de ese sabor desagradable.
Ahora veamos en qué se diferencian estos vegetales tan particulares.
Tamaño
Estas dos plantas tienen una forma muy similar: con tallos verdes gruesos, de los que brotan lo que llama “cabezas florales”, en las que hay unas pequeñas hojas: la parte de la planta que comemos.
En el caso de la coliflor, esas hojitas están apiñadas, muy juntas, mientras que el brócoli es más fácil distinguirlas, además de que las cabezas florales de coliflor son un poco más grandes que las de su hermano el brócoli.
Color
Esta quizá sea la diferencia principal entre el brócoli y la coliflor: en el primero las hojitas comestibles son de color verde, mientras que en la segunda tienen un color casi blanco.
El hecho de que sean así no es accidental: quienes cultivan coliflor las protegen de la luz del sol con sus propias hojas, para evitar que desarrollen clorofila y otros pigmentos. El brócoli se cultiva sin ocultarlo de la luz, por lo tanto sus brotes tienen una mayor cantidad de clorofila.
Magnesio
Si comemos brócoli o coliflor obtendremos este micronutriente, que es importante para el funcionamiento de músculos y nervios.
Sin embargo, el brócoli tiene una cantidad ligeramente mayor, lo que se relaciona directamente con el color, pues el magnesio es el elemento que forma parte central de la molécula de clorofila, pigmento que da el color verde a las plantas.
Vitamina A
Este micronutriente tan importante para la visión, pero también para la formación de tejidos blandos y huesos, solo está presente en el brócoli.
Lo que conocemos como vitamina A, es en realidad un grupo de compuestos del grupo de los carotenoides, que también pueden ser considerados pigmentos, pues son de color rojo-naranja. La ausencia de color en la coliflor, nos da una señal de que contiene poco o nada de este tipo de compuestos.
Carbohidratos
Al ser vegetales y no frutas, tanto el brócoli como la coliflor tienen una cantidad baja de azúcares y buena parte de los carbohidratos que contienen existen como fibra: esos compuestos que no podemos digerir, pero que son útiles para la digestión.
De cualquier forma contienen pequeñas porciones de carbohidratos que sí, siendo un poquito más alto el contenido calórico del brócoli: 100 gramos de coliflor aportan 25 calorías, mientras que la misma porción de brócoli contiene 34 calorías.
En conclusión, sea cual sea el vegetal crucífero de su preferencia será muy bueno si lo incluyen en su alimentación.