A lo largo de la historia de la humanidad, existen diferentes culturas que creen que a través de una danza, se puede invocar la lluvia. En la época reciente esto podría adjudicarse a pueblos indígenas de América. Pero la realidad es que, es un mito que se remonta al antiguo Egipto. Sin embargo, lo que hoy nos convoca es un hecho científico, uno que podría solucionar las sequías, con ondas sonoras.
Se trata de un experimento realizado por científicos de la Universidad de Tsinghua en Beijing. En el mismo dispararon una cantidad leve de ondas sonoras hacia el cielo. Entonces, esto “excita” la nube y la hace vibrar. El resultado es una mayor probabilidad de que las partículas se junten y así se generen gotas más grandes. Es decir, un aumento en las probabilidades de lluvia, dicen los investigadores, según Daily Mail.
Explica el profesor Wang Guangqian, del instituto mencionado, que las ondas sonoras tienen una frecuencia de 50 herts. Esta cifra es el equivalente a 160 decibeles, un nivel casi desapercibido para el oído humano. Después de ejecutar este plan notaron que habían más gotas en las nubes, de las que pensaban. Solo se tenía que estimular la precipitación.
Ondas sonoras cómo solución
El equipo de investigación que dirige Wang afirma que esta es una potencial solución para llevar lluvia a los sitios que sufren extensas sequías. El vapor de agua acumulado en las nubes es la clave para que se genere la caída de agua desde el cielo.
Especifican que en China hay 20 billones de toneladas de vapor de agua en las nubes. Pero que de eso solo cae un 20 por ciento.
Asimismo, detallan que no hay contaminación química en las áreas que se trabaje. No obstante, hay un grupo ambiental que advierte que se podría afectar la vida silvestre de estas zonas.
Además, que necesitaría de investigaciones más a fondo ya que no se conoce si esto podría traer como consecuencias, inundaciones en regiones que no necesiten de esta estimulación.