Las granjas orgánicas evitan el uso de pesticidas, comunes en otros tipos de granja. Sin embargo, varias de las orgánicas cuentan con residuos de químicos, pasados más de 20 años después de su aplicación.
Investigadores de la Sociedad Química Americana analizaron 100 granjas orgánicas suizas, identificando residuos de pesticidas. Abundantes microbios del suelo beneficioso son afectados negativamente por ellos.
Los resultados fueron publicados en Environmental Science & Technology, revista de la Sociedad Química Americana (ACS, por sus siglas en inglés).
El uso de pesticidas, sus pro y sus contra
Fungicidas, herbicidas e insecticidas protegen los cultivos, destruyendo organismos que dañan las plantas. Sin embargo, muchos de estos químicos son perjudiciales para el ser humano que consume los productos de esos cultivos.
La agricultura orgánica evita el uso de los pesticidas, pero el terreno que utilizan previamente pudo haber sido sometido a insecticidas. Incluso, décadas atrás.
Los investigadores midieron las características del suelo y las concentraciones de 46 pesticidas utilizados regularmente. El resultado fue sorprendente: en los 100 campos estudiados, todos tenían residuos de químicos. Los productos permanecieron, aunque en mucho menor grado, en el suelo incluso después de la conversión a prácticas orgánicas.
“Algunos de los pesticidas alternativamente podrían haber contaminado los campos orgánicos viajando a través del aire, el agua o el suelo desde campos convencionales cercanos”, matizan los investigadores.
¿Qué efectos inmediatos deja el uso de los químicos, además de los conocidos? Una menor abundancia microbiana beneficiosa.
“Esto sugiere que la presencia de las sustancias puede disminuir la salud del suelo”, explican los investigadores.