El objetivo era poner al alcance de los sectores más desfavorecidos las nuevas tecnologías. Para ello, la compañía india Ringing Bells, ayudada por el gobierno nacional, creó el Freedom 251, el celular más barato del mundo.
Corría el año 2016 y la expectativa lucía maravillosa.
El Freedom 251 contó con todos los elementos básico de un teléfono inteligente. Su sistema operativo era Android 5.1 (Lollipop), con una pantalla a color de 4 pulgadas y un procesador de 1.3 Ghz.
Tenía además dos cámaras: una de 3.2 megapíxeles en la parte trasera y otra frontal, de 0.3 megapíxeles. La memoria RAM era de 1 GB, mientras que la capacidad total era de 8 GB, expandible hasta 32 GB con un MicroSD.
Además, su batería era de 1450 mAh. Conectividad a Wi-Fi, Bluetooth 3.0 y hasta radio FM. Un bombón tecnológico al más bajo precio.
¿Cuánto valía el Liberty 251? Como su nombre lo decía, 251 rupias, el equivalente a 3.66 dólares de ese entones. Sin embargo, esto había que verlo con lupa.
Un gigante con pies de barro
Su costo era bajo por las subvenciones del Gobierno indio. El lanzamiento del Freedom 251 generó controversia en la Asociación India del Celular, ya que consideraba que el costo normal era de casi 53 dólares. Es decir, que las subvenciones gubernamentales eran altísimas.
Y un detalle principal: ese precio solo era una promoción entre el 18 y el 21 de febrero de 2016. Luego costaría el doble, poco más de 7 dólares cada unidad.
La gente enloqueció con el precio, y enloquecer en el mercado indio tiene sus consecuencias. La página estuvo colgada durante casi todos los días, generando las críticas de los usuarios, que consideraban al teléfono una estafa.
Ringing Bells respondió, señalando que garantizaba 30 mil unidades a ese costo. Pero muchos no las recibieron, teniendo que pagar más.
Finalmente, el ministro indio de Telecomunicaciones indicó que el costo no podía ser menor de 2.300 o 2.400 rupias, el equivalente a 35-35 dólares en ese momento.
El gran fraude del celular más barato del mundo
El escándalo llegó a tal, que las autoridades investigaron a Ringing Bells. Su fundador, Mohit Goel, fue arrestado por fraude. ¿Cuál era el alegato? La compañía realizó fraude piramidal, afectando a los inversionistas más recientes en pro de los más antiguos.
De hecho, tras pagar las deudas, Goel resultó arrestado dos veces más, incluyendo una en enero de este año, acusado de estafar a empresas fruteras en la India.
La moraleja: no todo lo que brilla es oro. Y mucho menos si es anunciado como el “celular más barato de la historia”.