La respuesta corta a estas preguntas es: no, pero la respuesta larga implica hacer más preguntas: ¿por qué no podemos ser más altos los seres humanos?, y ¿por qué ya no existen animales tan grandes como los tiranosaurios?
Anomalías arqueológicas
Tal vez alguna vez se han preguntado estas cosas o podría ser que tengan el recuerdo de haber leído un e-mail de dudosa procedencia con fotos de excavaciones y esqueletos humanos gigantes.
Eso porque, hace unos quince años, circuló un correo electrónico en el que se afirmaba el descubrimiento de restos humanos gigantes. Esas fotografías posiblemente siguen dando vueltas por ahí, en el ciberespacio, porque no es raro que ese tipo de engaños resurjan de vez en cuando.
Varias de las fotografías que dieron origen al engaño, eran bastante buenas, porque fueron editadas intencionalmente por fotógrafos que participaban en el concurso “Archeological Anomalies”.
El objetivo de ese concurso era que los participantes editaran fotografías para mostrar excavaciones con descubrimientos extraños, no vistos en la realidad, pero sin la intención de engañar a nadie.
Formados por estaturas
Sobra decir que todas las imágenes de esqueletos de humanos gigantes que se topen en internet son fotografías editadas y no tienen que ver con conspiraciones de ningún tipo que nos quieran ocultar que existieron gigantes.
Si acaso, en la evolución de nuestra especie, Homo sapiens, tenemos de antecedente, a otros homínidos más bajitos: como el Australopithecus afarensis, que medía menos de un metro y medio.
La estatura de los seres humanos ha variado poco con el paso del tiempo y en todo caso eso no se debe a la evolución, que toma miles de años, sino a cambios en nuestro estilo de vida.
Aunque a veces no lo parezca, somos mucho más saludables que quienes vivieron hace siglos: padecemos menos enfermedades de niños, nos alimentamos mejor, y eso permite que, dentro de nuestra herencia genética, podamos crecer más. Entonces, ¿podría ser que en el futuro existan humanos superaltos, si mejoramos la calidad de vida?
Si no te terminas la sopa, no vas a crecer
Ser muy grande cuesta muy caro, energéticamente hablando: necesitas más comida para funcionar.
Los dos mamíferos más grandes y altos que existen, pasan buena parte de sus vidas comiendo y buscando comida: las jirafas, que llegan a medir hasta seis metros y pesan unas dos toneladas; y los elefantes que alcanzan hasta cuatro metros de altura y llegan a pesar siete toneladas
Por eso es casi imposible que haya mamíferos más grandes, como el ficticio King Kong. Aunque sabemos que en algún momento existieron en la Tierra animales mucho más grandes: los dinosaurios, ¿cómo fue posible?
Eso puede deberse a que eran reptiles: buena parte de la energía que consumen los mamíferos se usa en la regulación de la temperatura corporal, que se mantiene constante gracias a procesos internos; mientras que los reptiles no autorregulan su temperatura, sino que esa depende del ambiente, así que gastan menos energía en eso y la pueden usar en otros procesos.
Los seres humanos somos mamíferos, así que tenemos esa limitación, además de que somos bípedos y eso pone cierta presión en nuestro esqueleto y músculos, presión que se vuelve más grande, a mayor estatura.
Así que tal vez nuestros hijos y nietos serán más altos que nosotros, pero ninguno será un gigante.